miércoles, 28 de noviembre de 2007

No de cine, si no del público de cine




Cada vez que voy al cine me regodeo de lo lindo, por lo tanto, ya es un ritual en mi vida:

1) La elección de la peli es absolutamente visceral, me tinca o no de nombre, de director, de actores y de país... lo bakán es que mi intuición está bastante afinada y no me falla tanto.


2) Trato de ir lo más "limpia" o descontaminada posible de información, no leo ninguna crítica, no acepto que me recomienden pelis ni menos que me cuenten finales, de hecho lo encuentro de mal gusto. Por supuesto que es inevitable saber más menos cómo actúa tal o cómo dirige cual...


3) En este punto me quiero detener y tiene que ver con el público de cada cine. La experiencia me ha enseñado que la elección del cine a asistir viene siendo tan importante como la elección de la película propiamente tal. Tanto así que he discriminado la forma de comportarse de los espectadores de algunos cines capitalinos.

Por ejemplo, lejos el mejor grupo humano que observa películas es el de "El Biógrafo". En su mayoría se trata de adultos mayores , ya de pelo cano y gustos refinados; sin lugar a dudas muchos de ellos son sibaritas que saben apreciar del séptimo arte; y los que no son mayores son adultos jóvenes absolutamente unders: de pelo largo los chicos y pañuelo al cabello las chicas, chalitas artesanales y el último celular que salió al mercado. La gracia no es el look, lo que se agradece son los silencios: se trata de gente que entra a la sala cinco minutos antes que empiece el film, se queda hasta después que encienden las luces y se acaben los créditos y, por supuesto, no hablan ni media palabra durante la peli. La mayoria sale del cine y se va a tomar un traguito por ahí, aprovechando que esta sala se ubica en pleno barrio Lastarria.

Luego vienen los espectadores del Normandie y del Alameda, pero para mí esas salas pierden bonos porque las butacas son terriblemente incómodas y te mueres de frío todo el rato, inclusive en verano. Además, no están ubicadas en un barrio tan bohemio como Lastarria y se trata de cines un tanto descuidados o malmantenidos.

Después tengo que hablar del mejor cine de Santiago por el sonido e imagen: El Hoyts de La Reina. Lo pongo en tercer lugar por tratarse de salas con tantas butacas que nunca se llenan, lo que produce la sensación de un mal diseño arquitectónico. Lo malo de este cine es que al contar con tantas salas, atrae a una gran cantidad de espectadores, lo que produce que más o menos la mitad de éstos tenga realmente un mínimo de "cultura cinéfila", el resto simplemente se lanza palomitas de maíz en mitad del clímax del filme. Además, cuando me toca una mayor cantidad de público no acostumbrado a la magia del séptimo arte, la gente no se calla nunca, realmente nunca, lo cual me provoca primero unos instintos asesinos , díficiles de obviar, hacia los bulliciosos y , luego, un sentimiento de angustia muy grande porque me vuelvo incapaz de disfrutar la película que está siendo comentada y agujeada por los parlanchines.

Con repecto a lo anterior, tengo anécdotas de guerras psicológicas que emprendo con las risitas y los ininterrumpidos comentarios hacia la peli, versus mis persistentes "shts, shts" tratando de hacerlos callar. Estas batallas duran todo el tiempo que sea necesario, no me rindo tan facilmente.

Además, me tocó asistir a este cine para disfrutar de la peli francesa "El Hijo", ganadora de cuanto premio te imagines. Por supuesto que la suerte hizo que asistiera el público sin cultura cinéfila y como en esta obra casi no hay palabras y no ocurren muchas cosas porque se trata de un filme más bien contenido y contemplativo, al pasar los créditos ya finalizada la peli un adolescente dice en forma irónica (y a grito pelao:)"Super wena la película, pasaron tantas cosas, super, pero super entrete"; a lo que el resto de los que no supieron apreciar lo que vieron responde "jajajaja si po, super entretendida la película". Lo malo fué que me dió tanta rabia que no pude contestar nada y pensé que si ese adolescente hubiese asistido al ballet, provablemente habría lanzado tomates a la bailarina por no entender su arte. Así de triste es estar en el lugar equivocado, en este caso en la película equivocada, ese chico debió haber ido a ver "Spiderman III" o algo así, con respeto para los seguidores de esa serie...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pame, estaba leyendo tu entrada y teni razón en hartas cosas, la gente acá en ssantiago es muy animal pa ver peliculas y weas asi.... tu post me recueurda a una entrada que escribi yo cuando tenia blog y que habla de algo bien parecido sobre la mierda de personas que tenemos en la misma ciudad.... es una lata que a uno le guste el rock o el arte o algo asi en un pais de puros reggetoneros y pokemones, pero bueno, asi es la cosa...


saludos pame

que esti bien y espero otro carrete en tu dpto xD


chau, saludos al javier.

Paulette Conexión y Canto dijo...

Qué buen ensayo!!!!!!!!!!!!!
Me acuerdo con harto cariño de las salas de santiago... las extraño mucho mucho!
quiero cine quier cine y no tenu tiempo pa ir:(

abtract dijo...

:: Amor, no es solo un ensayo, es mas que eso es un analisis socio-cultural, es un muy buen analisis de lo que esta pasando con nuestra sociedad....fragmentada, continua, discontinua...Es una radiografia muy certera...aguda, y descarnada..

TE AMO Y TE APOYO...Besos.

Anónimo dijo...

Hola Pame, al leer tu entrada, de forma paralela me acordaba de mis visitas al cine, lo que me hizo acordar de las salas central I y II o del cine Huerfanos, salas que no están y del cual me deban la sensación de mucha tranquilidad, independiente de la película.
Por lo mismo, creo que ese contexto tal vez ayudaba un poco a sentirse bien en cada sala, independiente de las personas que asistían y la película. Además, creo necesario indicar que soy un ignorante en la materia, y si es necesario que me identifique con alguna tribu urbana esa seria la de los "guachacas", por lo que no tengo mucho peso en hacer una distinción como la que haces tù. De todas maneras, yo tb quiero disfrutar cuando estoy en el cine, cualquiera sea este, pero hemos llegado a instancias en donde la diversidad se malentiende con una falta de respeto en ocasiones.
Cuento aparte, tu redacción, me animo mucho a continuar con la lectura y a escribir esto.
Luis

Pamela Santelices L. dijo...

Claro, Luis tiene toda la razón del mundo, no hablé delas salas del centro porque a las que te refieres (Rex) ya no están o están más abandonadas. La cosa es que como soy de rancagua, no las conocí durante mi niñez, por ejemplo.

Este chico tiene toda la razón que a veces las cosas se malentienden, de más, además yo debo cometer errores parecido en otras instancias no tan bakane spara mi como el cine, pasa que soy muy asidua, entonces me volví quisquillosa...

gracias maigo por las palabras, me hicieron re. pernsar :0)

Christian Vidal Nuñez dijo...

No conocia o no reocrdaba ese lado tan crítico y agudo que tienes de mirar lo que te rodea. Lamentablemente no puedo apoyar tu entrada ya que no he tenido la oportunidad de ir a los 3 cines que cuentas. Sólo he estado una vez en el biógrafo y fue increible. Fue una sensación muy buena despues de ver la pelicula a pesar de que fuese española (no me gusta el cine español, bueno, es algo personal).

Espero que volvamos a compartir despues de tantos años,
Un abrazo!

Paulette Conexión y Canto dijo...

Galla!! amo tu forma de escribir...
uy mee muero por ver ese documental, me inspira me inspira.
Pucha, amiga, te admiro mucho! que tengas el 2008 más bacán del planeta!!!!!!!!!!!
un fuertísimo abrazo desde el corazón
Cariñazos